La maternidad subrogada, también conocida como vientre de alquiler, es un proceso en el que una mujer lleva un bebé en su vientre en nombre de otra persona o pareja. En este proceso, la mujer que lleva el bebé, llamada gestante, no será la madre del bebé al finalizar. Según un video informativo de la Organización “Reproducción Asistida” con sedes en España y EEUU, identifica el público objetivo de este método.
En la gestación subrogada, los padres futuros del bebé, conocidos como padres de intención, suelen proporcionar los óvulos y espermatozoides para garantizar la filiación biológica del bebé. Si la madre no puede proporcionar material genético, se sugiere buscar una donante.
Este técnica, desafía las concepciones tradicionales sobre la formación de una familia y plantea importantes cuestiones éticas y emocionales. La gestante se compromete únicamente a proporcionar su útero para el embarazo y el parto del bebé. Una vez que el bebé nace, es entregado a los padres de intención.
Antes de esto, ambas partes firman un contrato en el que la gestante renuncia a sus derechos de maternidad. Este proceso plantea debates sobre los derechos y responsabilidades de todas las partes involucradas y destaca la necesidad de regulaciones claras y éticas en la maternidad subrogada.
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