Recientemente me alegré con uno de mis amigos solteros, Román, porque cree que ha encontrado a la chica con la que quiere casarse. Naturalmente, estoy emocionado por él y espero poder asistir a su boda. Quiero que todos mis amigos solteros encuentren pareja.
Pero también me preocupa, porque sé que hay muchos solteros que desearían estar casados pero tienen muy pocos amigos cercanos del sexo opuesto. Hay algo enraizado en nuestra cultura cristiana que desanima las amistades normales entre chicos y chicas. Es como si tuviéramos miedo de que terminen en la cama si realmente hablan durante una hora y comparten sus esperanzas, sueños o luchas.
Mientras tanto, presionamos a chicos y chicas para que se casen si se hacen amigos. («Oh, Gina, los vimos juntos con Brad ayer. ¿Hay algo entre ustedes dos?») ¿Por qué no pueden Gina y Brad simplemente animarse mutuamente en su camino con Dios sin convertir su relación en algo tan importante? ¿Es posible que los chicos y chicas cristianos construyan amistades saludables sin asumir que se dirigen al altar de la iglesia?
Creo que es absolutamente posible. Aquí hay seis claves para desarrollar estas relaciones:
1. Considera a tus amigos como familia.
Pablo le dijo a Timoteo que tratara a las mujeres mayores como madres y a las mujeres más jóvenes como hermanas (ver 1 Timoteo 5:2). La misma regla se aplica a las chicas: deberías ver a tus amigos cristianos masculinos como hermanos. Tener esta actitud de corazón puro hace posible la verdadera amistad. Si un chico ve a su amiga como una hermana, no estará lujurioso por su cuerpo; en cambio, su instinto será animarla. Si una chica ve a su amigo masculino como un hermano, se preocupará por él y orará por él sin esperar que tenga sentimientos sexuales por ella.
2. Evita la «presión de pareja».
En muchas iglesias hoy en día hay una presión molesta para encontrar «al indicado» para que puedas salir del mercado. Si llevas esta carga, cada amistad con una persona del sexo opuesto puede ser agotadora. «¿Es él el indicado?» «¿Le gusto?» «¿Cómo debería vestirme?» Estas preocupaciones se convierten en ansiedades que quitan toda la diversión de la vida. Confía en Dios con tu deseo de tener pareja. Si no te relajas, parecerás desesperado, y eso es un gran desencanto. Deja de tratar de hacer que algo suceda y simplemente disfruta de conocer a un nuevo amigo. Recuerda el Salmo 37:4: «Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón».
3. Di adiós a lo incómodo.
Antes de casarnos, mi esposa y yo ambos temíamos la escena de las citas. Llamar a alguien que apenas conoces y invitarlo a cenar o a ver una película da miedo, y es la razón por la que muchos chicos cristianos aún están solteros a los 35 años. Mientras tanto, se le ha dicho a las chicas cristianas que esperen a que el chico dé el primer paso, así que están condicionadas a esperar «la llamada». Puedes decir adiós a toda esta incomodidad organizando reuniones en grupo: quedar con varios amigos para tomar café, invitarlos a una barbacoa o hacer una fiesta. Luego, simplemente disfruten de la compañía mutua. Y chicas, siéntanse libres de iniciar la invitación.
4. Redescubre el arte de la conversación.
En la cultura saturada de medios de hoy, hemos olvidado cómo hablar entre nosotros. Muchos chicos se sienten socialmente torpes, así que se sumergen en los videojuegos y se convierten en ermitaños emocionales. Necesitan amigos, incluyendo amigas, para ayudarlos a salir de su caparazón. Mientras tanto, tanto chicos como chicas están tan adictos a sus teléfonos que no saben cómo hablar durante una hora sin revisar mensajes de texto. Si quieres ser un buen amigo, ¡aprende a concentrarte en la persona con la que estás hablando!
5. No permitas ni una pizca de seducción.
El mensaje que recibimos de los medios hoy en día es que todo se trata de sexo. Pero como cristiano, no tienes que postrarte ante ese ídolo. Puedes tener una amistad significativa con una persona del sexo opuesto sin terminar en la cama juntos. Pero si planeas mantenerlo puro, tendrás que establecer límites evidentes. Usa el sentido común. No uses ropa provocativa. No te toques inapropiadamente. Y no pases la noche en los apartamentos del otro en nombre de la «amistad». Si son verdaderos amigos, se respetarán lo suficiente como para evitar un error sexual que lamentarán después.
6. Mantén tus amistades centradas en Cristo.
Hebreos 3:13a dice: «Alentémonos mutuamente cada día». Este verso se aplica también a hombres y mujeres solteros. Necesitamos el estímulo mutuo, y Dios quiere que los miembros solteros de la iglesia estén involucrados en las vidas unos de otros. Tus llamadas telefónicas, notas y consejos honestos pueden ser lo que impulse a tu amigo hacia su propósito de vida; tu amabilidad y oraciones pueden ser lo que los ayude a superar una crisis difícil. Mantén a Jesús en el centro de tus amistades y no te pierdas la bendición que esos amigos pueden ser para ti.
Escrito por: J. Lee Grady (leegrady.com)
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